La flota Grey Swan ha sido destruida en Shamash
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*ALERTA de la Federación de Pilotos*
Los pilotos enloquecidos que mataban a civiles en el sistema Shamash han sido eliminados.
Las embarcaciones de las fuerzas de seguridad locales que participaron en los ejercicios de la flota Grey Swan estuvieron expuestas a una señal anómala, que luego circuló por las comunicaciones de la red de la flota. Al parecer, esto desencadenó una manía violenta que los llevó a atacar al tráfico que pasaba.
El capitán Ulrich Maurer de la meganave Khonsu Gleam anunció que la operación para eliminar la amenaza había concluido:
«Todas las naves Grey Swan ahora han sido atacadas y destruidas. Aunque trágica, esta acción sin duda salvó miles de vidas y ha traído la paz al sistema una vez más. La red estatal San Tu, tras acordarlo con Futuro de Shamash, accedió a reembolsar a todos los pilotos independientes que participaron. Los pagos están disponibles para su recogida en la Khonsu Gleam».
Shamash Future confirmó que Garrett Orbital, que fue bloqueado debido a que varios miembros de su tripulación se volvieron homicidas, ahora está funcionando con normalidad. Sin embargo, las cicatrices de los supervivientes podrían tardar mucho más en sanar.
Se han iniciado investigaciones sobre la causa de este evento, aunque se han identificado pocos detalles destacables. Una posible explicación fue propuesta por Jaya Chaudhary, presentadora del programa histórico «Pasados horrendos» emitido por ICE:
«El horror que se desarrolló en Shamash tiene grandes similitudes con el destino de la nave generacional Thetis. Esta nave del siglo XXII fue descubierta en el sistema Nefertem en el año 3303. Los registros describen cómo toda su población se volvió unos contra otros en una furia asesina, tras captar una señal al pasar por un planeta sin nombre. Estos “susurros” obligaron a todos los que lo escucharon a matar a todo lo que se encontraban.
El fenómeno de Thetis no había ocurrido antes ni después… hasta ahora. Lo que alguna vez fue un relato escalofriante de las páginas de la historia se ha convertido en una realidad repugnante. No sabemos dónde se transmitió la señal, cómo interactúa con la mente humana o si la volveremos a encontrar. Estas preguntas resultan atractivas para los investigadores, pero descubrir cualquier respuesta podría resultar muy peligroso».
