Archer describe su futuro como líder de la oposición

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El vicepresidente Jerome Archer ha hablado sobre las recientes elecciones presidenciales federales y otros temas durante una entrevista con The Federal Times.
Sobre la victoria de la presidenta electa Felicia Winters:
«Winters llevó a cabo una campaña limpia basada en problemas, al igual que yo, por lo que no se puede criticarla por eso. Pero creo que las duras realidades del mandato abrumarán rápidamente su idealismo liberal. Hudson, independientemente de lo que sus críticos puedan pensar de él, nunca tuvo miedo de tomar medidas decisivas. Veremos si Winters puede hacer lo mismo».
Sobre las políticas electorales del propio Archer:
«Insisto en que lo correcto es un enfoque de seguridad primero, dadas las muchas amenazas que enfrenta la Federación. Los Thargoides no son el único enemigo de nuestro pueblo. Desmantelar el Departamento de Detección Preventiva, como Winters ha amenazado con hacer, será un acto de autosabotaje para toda nuestra sociedad».
Sobre su relación con el presidente saliente Zachary Hudson:
«Ha sido un honor apoyar al presidente Hudson, de quien he aprendido mucho sobre el escenario político. Ambos somos verdaderos patriotas con puntos de vista similares. Sé que continuará sirviendo a la Federación a su manera».
Sobre su futura carrera política:
«Como líder de la oposición, será mi deber no solo escudriñar la administración de Winters, sino también restaurar la fe electoral en el Partido Republicano. Estoy seguro de que los ciudadanos estarán totalmente de acuerdo con nuestras políticas para las próximas elecciones, si no antes».
En respuesta a esta entrevista, un artículo editorial en el Federal Free Press dijo:
«La prioridad de Jerome Archer ahora es reunir a los leales a Hudson bajo su bandera y posicionarse como un digno sucesor. Pero esta táctica de hablar de todos los temas, excepto de su propia falta de responsabilidad por la derrota electoral, no engañará a los votantes. Una vez que el DDP se haya eliminado, y veamos las mejoras logradas por una administración del Partido Liberal, Archer se enfrenta a un desafío considerable para evitar convertirse en una nota a pie de página en la historia de la Federación».