Si preguntáis a cualquier comandante las batallas más conocidas, es casi seguro que el nombre Lugh aparecerá en la lista. ¿Pero qué pasó en Lugh? Los veteranos nos lo cuentan:

Lugh era un sistema controlado por la Federación, un sistema más sin nada especial salvo una cosa; Jasmina Hasley, la ex-presidenta de la Federación, se cansó de la facción Crimson State Group y sus intentos de Independizarse, provocando una guerra enorme y mandando incluso naves capitales recién salidas del horno a apoyar.

Alejándonos del lore como tal, la batalla representó uno de los primeros grandes eventos de la comunidad, englobado en varias metas de la comunidad. La guerra empezó por un control de las estaciones mediante el comercio y terminó con una meta de la comunidad basada en las zonas de combate.

Si bien el uso de las metas de la comunidad ya fue un gran aliciente para unir a los comandantes, el añadido de que hubiera una superpotencia involucrada y que los resultados de la guerra fueran aplicados en el juego creó una gran oportunidad para juntar a gran parte de la comunidad en ése único sistema.

La batalla no solo tenía un aliciente de lore y de comunidad, la guerra también fue una gran oportunidad para probar las recién lanzadas Vulture y Fer-de-Lance contra npcs (incluidos los Farraguts recién lanzados) y, especialmente, contra jugadores, ya que gran parte de la comunidad batallaba en abierto.

La guerra fue un gran éxito y finalmente la Federación tuvo que abandonar el sistema, pero el evento no quedó corto de problemas ya que las metas de la comunidad no fueron bien entendidas y el control de las estaciones resultó ser algo caótico para los jugadores.

Pese a los problemas obvios de un sistema tan prematuro, la batalla es recordada como una de las más épicas jamás hechas, con jugadores que apenas llevaban unos pocos meses jugando y con el endgame lejano dispuestos a desviarse de su camino para ayudar a la comunidad en su intento de independizar Lugh.