Una mirada retrospectiva a 3308 (parte tres)
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Este es el artículo final de una serie de tres en los que la historiadora Sima Kalhana repasa los sucesos más relevantes del pasado año.
«El periodo posterior a la Batalla de HIP 22460 estuvo marcado por la inestabilidad. Tras la muerte de Salvation, Azimuth Biotech quedó al mando de una nueva dirección que se esforzó por mantener su prominencia. El Imperio, por su parte, decidió no volver a colaborar con las demás superpotencias. A pesar del miedo generalizado que existía por las represalias Thargoides, surgió un movimiento xenopacifista que abogaba por la diplomacia para evitar nuevos conflictos con los alienígenas.
Septiembre trajo consigo nuevos misterios cuando se avistaron ocho anomalías que se arremolinaban en el espacio profundo y que podían detectarse con los escáneres de naves situadas a cierta distancia. En un principio se pensó que eran fenómenos estelares, pero más adelante se descubrió que estas señales solitarias viajaban más rápido que la luz.
La profesora Alba Tesreau, que seguía reclamando que se restableciera Aegis, organizó en el mes de octubre un simposio para presentar sus planes. Este fue interrumpido por una mujer llamada Seo Jin-ae, que había participado en los experimentos del Proyecto Serafín de Azimuth como la sujeto D-2. Su conexión neuronal con una nave Thargoide le permitía comprender en cierta medida el comportamiento de los alienígenas. Más adelante, y con la ayuda de Tesreau, afirmó que las señales solitarias eran de origen Thargoide y que habían surgido como respuesta a los eventos de HIP 22460.
La secta del Dios Lejano estaba exultante por la reciente victoria de los Thargoides, pero su rama más radical, los Verdaderos Capítulos, fue acusada de compartir información clasificada de HIP 22460, incluido el “rugido Thargoide”. La Federación ilegalizó el culto, lo que provocó la huida de las meganaves de los Verdaderos Capítulos.
En noviembre se confirmó que las ocho señales solitarias se aproximaban a los sistemas centrales. El congresista Dalton Chase dispuso que el movimiento por la xenopaz equipara la meganave Kingfisher, que posteriormente partió con la misión de comunicarse y dar la bienvenida a uno de los llamados “astergoides”. La meganave fue destruida en un sombrío preludio del derramamiento de sangre que seguiría.
Taranis, la primera de las anomalías, llegó a Hyades Sector FB-N b7-6 el 29 de noviembre y se manifestó como una nube de gas colosal. La vorágine desplegó al instante grandes números de naves Thargoides que atacaron con fiereza todos los hábitats orbitales y planetarios de los sistemas vecinos.
Las siete vorágines restantes llegaron en diciembre y permitieron que los Thargoides invadieran y conquistaran los sistemas. Los ejércitos de las superpotencias, los escuadrones antixeno y los pilotos independientes se apresuraron a defenderlos, pero no estaban preparados para un ataque de tal magnitud.
A finales de 3308, las fuerzas Thargoides arrasaron los sistemas centrales, causando millones de bajas y desplazando a varios millones más de sus hogares. Los eventos catastróficos del pasado año han proyectado una sombra escalofriante sobre nuestro futuro y una certeza espeluznante: que el año 3309 estará dominado por la Segunda Guerra Thargoide».