La ira del emperador
3309-06-05T00:00:00.000Z
El emperador Arissa Lavigny-Duval ha respondido a las críticas de Hadrian Duval relativas a su decisión de contribuir a Aegis.
Durante el discurso de inauguración de un centro de investigación y desarrollo naval en Achenar, el emperador realizó las siguientes declaraciones:
«Por si cabe duda, la disposición de detener toda interacción con la Alianza y la Federación sigue en vigor. Los avances en armamento y defensa que se realicen en estas fabulosas instalaciones serán utilizados exclusivamente por la Armada Imperial para proteger a los ciudadanos imperiales.
Su condición de agencia independiente hace que Aegis sea una excepción legal bajo la Convención Cornelius-Lasky. El Imperio solo está dedicando una pequeña fracción del gasto militar a las fuerzas antixeno de Aegis.
En cuanto a Hadrian Duval, algunos recordaréis que los extremistas de Nova Imperium intentaron provocar disturbios civiles a gran escala. En aquel entonces decidí no dispensarle el mismo trato que a sus compañeros, algo que la princesa Aisling defendió con la misma pasión que ha mostrado por el proyecto Aegis. A menos que Hadrian desee seguir poniendo a prueba mi “espíritu débil”, le aconsejo encarecidamente que, en el futuro, mantenga tales pensamientos en privado».
El altercado entre los Duval generó cierto debate en el Senado cuando la senadora Petra Torval afirmó que el emperador consideraba a Hadrian Duval un «enemigo del Imperio». El asunto se zanjó con una declaración del canciller Anders Blaine:
«El Tratado de Paresa establece que todos los antiguos miembros de Nova Imperium son súbditos del trono. Su Majestad ha querido recordar que Hadrian Duval no es oficialmente un príncipe de la familia real, pero que, no obstante, se le considerará un aliado leal mientras así lo quiera el emperador».
